Preguntémonos si somos ricos.
Leí un artículo de Catón, periodista Mejicano que decía iba a demandar a la Revista Fortune porque en su lísta nombraba a los personajes más ricos del planeta y no aparecía él.
Sin embargo, él tambien se consideraba uno de los más ricos del mundo porque tenía vida y salud. Argumentaba que tenía una familia, una adorable esposa, que le dio unos hijos maravillosos que le dieron mucha felicidad. Éstos, unos nietos con los que ejerce una nueva paternidad. Tiene amigos que son como hermanos y gente que le quiere con sinceridad, pese a sus defectos, que también tiene cuatro lectores a los que les agradece mucho porque leen lo mal que escribe, además que tiene una casa llena de libros, huerto que le da frutos, un perro que lo mira como si fuera el dueño de cielo y tierra, dice que tiene ojos para ver lo que le rodea, oídos para escuchar, pies que caminan, manos que acarician… finalmente es dueño también de una herencia común de todos, alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarse con los que sufren.
Se pregunta ¿Puede haber mayores riquezas que las mías? ¿Por qué, entonces, no me puso la revista «Fortune» en la lista de los hombres más ricos del planeta?»
También termina preguntándonos a nosotros si nos consideramos ricos o pobres y asegura que hay gente tan pobre tan pobre, que solo tiene … dinero.
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Lo afirma y firma Armando Fuentes Aguirre (Catón).
Modestamente yo os preguntaría, ¿Somos conscientes de lo que tenemos? ¿Lo valoramos suficientemente?