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Siempre había creído que los miembros de la benemérita, como cualquier otra autoridad, incluso los funcionarios de cualquier administración, tenían instrucciones tanto de sus jefes como de las leyes, para proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades (Art. 104.1 de la Constitución), a tratarnos con respeto y sobre todo a ayudarnos cuando lo necesitamos sea en carretera en el mar o en el monte.

Pero, alguno parece que no se entera y a veces, no queda más remedio que “denunciar al denunciante”. Parece que tenemos varias formas para hacerlo, llegado el caso que nos traten como a delincuentes, con desconsideración y menosprecio, no como a ciudadanos normales, incluso, aunque pudiéramos haber cometido una falta administrativa.  (Ver artículo del SEPRONA, publicado aquí).

El artículo 35 I) de la Ley 30/92 de Procedimiento administrativo dice, que tenemos derecho a ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades y funcionarios.

El partado B), a  identificar a las autoridades y al personal al servicio de las Administraciones Públicas bajo cuya responsabilidad se tramiten los procedimientos.

El apartado J), a exigir las responsabilidades de las Administraciones Públicas y del personal a su servicio, cuando así corresponda legalmente.

En el Art. 135 de la misma Ley también leerás los derechos del presunto responsable.

Aquí viene un caso concreto:

Tres pescadores salen de pescar con la neumática, a los 10 minutos llega una pareja del Servicio del Seprona.  Piden documentación de los tres. Al preguntar los motivos y sin detener la toma de datos de licencias y carnes, que van a denunciar por pescar sin boya. Todo ello con un trato prepotente, caprichoso y de una clara falta da la más mínima educación, con chulería, vamos.

La realidad es que vieron saltar a dos tripulantes de la embarcación a una piedra para limpiar un congrio y escamar unos peces, pero sin aletas, ni plomos ni gafas ni fusil, solo el cuchillo y el pescado.

Pues allá se van con los datos y la amenaza de multar a uno de ellos “por ser reincidente” sin que eso sea cierto.

Para denunciar este trato vejatorio, la Institución, dependiente del Mº del Interior, resuelve con la opción de dirigirte por correo electrónico a  webmaster@guardiacivil.org cc:  sugerencias@guardiacivil.org, y formular la queja o sugerencia, También tienen un formulario http://www.guardiacivil.org/tramites/atciudadano/formularios/libro.pdf en su web http://www.guardiacivil.org/index.jsp, Donde se podrá formular la queja o sugerencia y antes de los 20 días se obtendrá una respuesta de la Jefatura, Mº del Interior. Finalmente si el asunto fuera grave, siempre se tiene la posibilidad de llevar el asunto al Juzgado.

Recomendación para todos los casos: Cuando te pidan la documentación, debemos solicitarle siempre amablemente su número de identificación profesional, es nuestro derecho y si se negara, le aplicarían una sanción, pudiendo llegar hasta suspenderle de empleo y sueldo.

Una última cosa, llamar al 900101062 o al 900102062, atención al ciudadano Dir. Gral. Policía), un servicio excelente, gratuito y que protege de verdad al cuidadano por encima de todo, con la mejor información y máxima comprensión…

Seguiré pensando que la gran mayoría de los miembros de este cuerpo, realizan su tarea correctamente, por eso, la deficiente actuación de algún miembro del cuerpo, no puede enturbiar la brillante actuación del resto de agentes.

Como terminaba diciendo en aquel artículo del Seprona de Asturias (no en Galicia) a los que sigo admirando, están dedicando, en este asunto de la pesca, más tiempo y exfuerzos al recreativo (buscando la boya, la licencia o una xibia…) y que pesca lo justito, bien por temor a la sanción o al propio convencimiento o que no sabe pescar más con los medios que tiene, que a los que acaban con los caladeros impunemente, como el besugo, merluza, sardina, xarda, etc., la contaminación marina, los pezqueñines o incluso la pesca con dinamita.

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El justificante para que en casa nos dejen volver a pescar.

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Roberto y Pampeano con otro justificante.

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Otra pieza que permite tener comida y llegar a final de mes.

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Lo que podría haber sido una buena jornada soleada, vino a enturbiarse un poco, esperamos que sin consecuencias dada la inexistencia de falta administrativa.

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