Archive for diciembre 4th, 2008 | Daily archive page

posted by | 2 comments

A mi amigo César González-Pola, le pedí, como en otras ocasiones, que nos hiciera un artículo sobre la pesca, ya que es investigador, químico para más señas y trabaja en el Instituto Español de Oceanografía. Además del conocimiento profesional por los muchos datos que manejan en el Centro, es un buen pescador submarino, debió empezar muy joven, hace unos 18 años y coincidíamos mucho por la zona de Cadavedo, lugar en el sigue pescando, ahora coincidimos porque trabajamos cerca uno de otro y nos vemos por la tienda.

Traslado aquí su interesante artículo en el que nos aporta importantes datos, que nos harán reflexionar sin duda sobre lo que tanto nos interesa, la pesca submarina.

La pesca submarina tiene mala imagen. En general un profano asocia al «pescador de caña» con la apacible estampa de un amable jubilado apostado pacientemente junto a la orilla, en total armonía con el medio natural, mientras que «un pescador submarino» es una especie de Rambo, un depredador agresivo sediento de sangre dispuesto a tirotear indiscriminadamente cualquier cosa que se mueva por el agua. Esta realidad no invita al optimismo en cuanto al futuro de la pesca submarina como hobby o deporte. De no producirse un cambio en esta percepción general nuestra modalidad de pesca será limitada y restringida de forma genérica y hasta prohibida en zonas en que se permitirán otras modalidades de pesca sin que ni siquiera se evalúe previamente su impacto.

Como pescador submarino entiendo que nuestro colectivo es el primer interesado en la conservación del ecosistema marino. Por una parte porque queremos poder seguir haciendo lo que mas nos gusta, salir a pescar, y esto sólo es posible si hay peces. Pero además, y esto no es menos importante, al haber pasado muchas horas contemplando la vida bajo nuestras aguas los pescadores submarinos comprendemos el valor intrínseco que tiene un mar saludable y lleno de vida. Al igual que uno se siente más feliz sabiendo que los osos pardos aún pululan por nuestra Cordillera Cantábrica, aunque jamás los vea en su estado natural, quiere que la riqueza y biodiversidad de nuestras aguas se preserve.

Como sociedad hemos aceptado (salvo excepciones) que el mar no es un acuario gigante donde no se pueda coger ni tocar nada, sino una fuente de recursos que hay que gestionar adecuadamente. Capturar peces y comer pescado es algo razonable, siempre que se haga de forma sostenible. Sin embargo, décadas de sobreexplotación Seguir Leyendo…