Archive for enero 6th, 2009 | Daily archive page
Como vemos en el vídeo hay que ir preparados si queremos enfrentarnos con éxito a estos potentes peces de puro músculo.
Hay que disponer de un potente fusil, disparo certero, que la varilla tenga la punta desprendible, con doble aleta, que la propia varilla vaya unida a unos cuantos metros de goma elástica para amortiguar los tirones, ésta unida a varias boyas o bidones que impidan la inmersión, pelear un buen tiempo y con suerte recuperarlo. El problema luego es como trocearlo, prepararlo y meterlo en botes… creo que a la plancha irá mejor y rodearse de muchos amigos.
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En la foto vemos a nuestro socio número uno del Club Apnea,Viña. Con un fusil de 75 con carrete normalito de 25 m., tuvo la fortuna de conseguir este magnífico atún no sin cansarlo hasta que logró llevarlo al cabo de fondeo, amarrar mientras con otro fusil lo remataba y lograba subirlo a bordo. Aqui en su casa nos lo muestra. Testigo de la captura fué Sendi, la perrita que siempre le acompaña a pescar aunque después de muchos años no se acostumbra a verle tirarse al agua y le muerde la aleta para retenerlo, sufre un montón hasta que no le ve aparecer después de cada inmersión en apnea.
Viña con Sendi y el atún antes de ser enlatado.
Tengo que recordar al lector que un pescador submarino, a diferencia del pescador profesional, muestra con orgullo esta captura porque puede que sea la única en su vida de tal calibre. No todas las veces son lubinas, atunes o corvinas. Las más de las ocasiones, con suerte será llevar a casa el «justificante» de una grata jornada de pesca de 5 horas en la que se ha empleado mucho esfuerzo físico, pero que merece la pena aunque no se lleve el preciado trofeo al plato.
No es por poner los dientes largos. Nuestro amigo, Manuel Castellanos pasó a dejarme esta foto y unos vídeos. Ejemplares así son los que nos levantan el ánimo y nos invitan a seguir con esta afición, ¡nuestra pasión!
El que la sigue la consigue, la lubina es el fruto de la constancia y la pasión que ponemos, sobre todo en estas fechas que tanto arriman lubinas y sargos a costa. No es la que me enseñaron de 9,500 kg., ésta pesó poco menos. Qué importa el frío, hoy también la mar nos dió un respiro y se dejó pescar.
Enhorabuena y a por la compañera que acompañaba a ésta que aún era mayor, además era el macho.
