Constancio

Hace unos días Amalia y yo hicimos un viaje en barco, un crucero, de Málaga a Marruecos, Canarias y Madeira, sin poder pescar, claro, pero una semana muy relajada, instructiva entretenida, divertida y recomendable a todo el mundo, incluido los que tienen hijos de corta edad, pues se ocupan de ellos personal especializado mientras que los padres pueden disfrutar de las muchas actividades que ofrece la organización del crucero.

Teniendo en cuenta que hacía años que no podíamos difrutar de una semana apartados totalmente de la atención de la tienda, ha sido tan grata la experiencia que intentaremos repetir cuando podamos de nuevo. Con esta forma de viajar, se conocen ligeras pinceladas del país que visitas por unas horas, mientras que de noche se navega para hacer turismo en otro lugar, sin tener que hacer y deshacer maletas, vuelves al barco y toda la tripulación dispuesta a hacerte feliz con entretenimientos, juegos físicos o de habilidad, culturales tipo trivial, manualidades, por supuesto bailes, chistes, divertidísimas elecciones entre el pasaje de «mister y miss crucero» (no por guapos, por supuesto) y lo mejor un teatro con actuaciones cada día de los mejores y más variados espectáculos: varietés, trapecistas, magos, cómico monologuista de TV -divertidísimo- entre otros.

Nada que ver con algún viaje que habíamos hecho en Ferrys de Valencia hasta Mallorca o los de pasear por la ría de Santander 🙂

Conoces en las excursiones los lugares de más interés bien por tu cuenta o de forma organizada, a gente de otras latitudes, y llegas con muy pocas ganas de coger la rutina habitual.

Precios: decía que Director-presentador del crucero que cada euro que se gasta, es un euro echado en felicidad y que cada uno podía acumular más o menos felicidad…la que quisiera…

Mareos: nada más pasar el estrecho, se notó un poco más de movimiento en el barco, pero todos nos habituamos y no hubo más que algún caso aislado que nacesitó más de un par de pastillas «cinfamar o biodramina». El cuerpo, decía el capitán que se acostumbraba muy pronto a los vaivenes de las olas de fondo y que las de viento no afectan apenas. Llevan unos alerones que de contínuo ayudan al barco tanto en el cabeceo como en los movimientos laterales.

Podéis ver aquí que apenas se movió y en el interior ni nos enterábamos.

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Íbamos a coger esta carabela que era algo más barata, pero tardaba mucho. Está atracada en el Puerto de Málaga y está fija, como disco bar.

Empezábamos bien, siendo remolcados. Claro para la maniobra de desatracar.

En la últimacubierta, la 12 encima de las piscinas.

La maniobra de simulacro de abandono del barco, interesante.

Para el «hombre al agua» cubierta número 5. Las lanchas salvavidas aqui.

Ambiente piscinero.

Excursión y toma del té con menta, con amigos de Málaga y Bilbao en Agadir.

Los Jameos del Agua en Lanzarote. Muy guapo.

Museo de Ciencias Naturales, en Tenerife.

Playa Blanca En Lanzarote, una preciosidad, muy turística.

Típica foto con el Capi.

Toca el final, allí nuestra maleta… Qué pena, se acabó.