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1) PILLADO in fraganti un hombre en TENERIFE mientras REALIZABA PESCA SUBMARINA con FUSIL SIN LICENCIA.

Agentes del Puesto de la Guardia Civil de Garachico (Tenerife), junto con un helicóptero del Cuerpo que se encontraba de servicio en la zona norte de la isla, han abierto un expediente administrativo contra una persona, a la que se sorprendió ‘in fraganti’ mientras se encontraba realizando pesca submarina con fusil en la zona de costa próxima a La Caleta de Interián.

En un comunicado, la Benemérita explicó que se trata de un varón, de 35 años de edad, al que la Guardia Civil ha denunciado y expedientado por las infracciones previstas en la Ley 17/2003 de Pesca de Canarias, en este caso por utilización de fusil de pesca submarina sin licencia y práctica de la pesca en zona prohibida.

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Al varón le fue intervenido diverso material de pesca empleado para la comisión de la infracción: un fusil de pesca de 83 centímetros de largo, un par de aletas, gafas y tubo, un cinturón de plomos de 7 kilogramos, una boya fabricada con una botella de plástico y una bobina de cuerda.

Además, le fueron interceptados 17 kilogramos de pescado que fueron entregados por los agentes de la Guardia Civil, mediante recibo, en un Hospital-Residencia de la zona Norte de la isla.

Se da la circunstancia de que en lo que va de año la Guardia Civil del Puesto de Garachico ha interpuesto cuatro denuncias a diferentes personas por el mismo tipo de hechos, dentro del servicio de especial vigilancia llevado a cabo para combatir la pesca ilegal en esta parte de la isla de Tenerife. EUROPA PRESS.

2) LA GUARDIA CIVIL DE ALMERÍA INTERVIENE MATERIAL PROHIBIDO EN LA PRÁCTICA DE LA PESCA DEPORTIVA.

La Guardia Civil sorprendió a 3 personas manipulando instrumentos prohibidos para la pesca submarina recreativa. Los agentes del GEAS de la Guardia Civil le intervinieron un autopropulsor eléctrico submarino, 3 baterías eléctricas para su carga, 2 fusiles de pesca submarina, así como las capturas realizadas.

ALMERÍA.- Entre las misiones que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, tiene encomendadas, específicamente, el velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, en el medio marino.

Las Unidades de actividades subacuáticas (GEAS) también tienen como misión específica el desarrollo de las funciones que se encomiendan a la Guardia Civil relacionadas con el medio acuático y subacuático y como misiones específicas, entre otras, velar por el cumplimiento de la normativa y disposiciones vigentes relacionadas con la realización de actividades subacuáticas.

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En el desarrollo de estas misiones y al efectuar una inspección habitual el pasado día 17 a lo largo del litoral almeriense, al desempeñar sus cometidos, un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil de Almería, observan una embarcación semirrígida ocupada por tres personas manipulando diferente material en el interior.

Tras entrevistarse con ellos y como resultado de la inspección que realizan los agentes de la Guardia Civil, localizan en el interior de la embarcación un torpedo de autopropulsión (scooter) o hidrodeslizador, instrumento considerado ilegal para la práctica de la pesca submarina, procediendo a su decomiso.

Por tal motivo los agentes de la Guardia Civil ponen en conocimiento de los ocupantes de la embarcación de la infracción que estaban cometiendo al artículo 108.6 de la Ley 1/2002, de 4 de Abril, de Ordenación, Fomento y Control de la pesca marítima el marisqueo y la acuicultura marina y considerada como infracción grave, remitidas a la Dirección General de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Almería, quedando las artes a su disposición y depositadas en sus dependencias, cuya sanción puede llegar desde los 301€ a 60.000€.

A continuación, y además del autopropulsor submarino, los agentes de la Guardia Civil también intervienen 2 fusiles de pesca submarina, 3 baterías eléctricas para la recarga del scooter, así como las capturas realizas hasta el momento.

Cabe destacar que uno de los infractores es reincidente, habiendo sido denunciado por hechos similares en una ocasión anterior, así como que las capturas incautadas, han sido entregadas por los agentes de la Guardia Civil en una entidad benéfica, Hermanitas de Ancianos Desamparados “Hogar Santa Teresa Jornet”, de la Cañada (Almería). Tele prensa.

3) LA GUARDIA CIVIL REQUISA OCHO TONELADAS DE LIRIO EN EL PUERTO DE RIBEIR.

Miércoles 31 de agosto de 2011 – Un pesquero tenía a bordo 510 cajas de esta especie, que actualmente no se puede capturar.

[photopress:decomiso2.png,full,pp_image]Un agente de la Guardia Civil observa parte de la bacaladilla decomisada.

Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de A Coruña intervinieron en la noche de este lunes 8.160 kilos de bacaladilla o lirio -especie que actualmente no se puede capturar- a bordo de un pesquero atracado en el puerto coruñés de Ribeira.

Los agentes del instituto armado detectaron el pescado irregular durante una de las inspecciones rutinarias que realizan en los puertos y lonjas de la provincia coruñesa. Entre los objetivos de estos controles están comprobar la validez de la documentación del pescado y de las licencias de pesca así como controlar las capturas y descargas de pescado.

Producto incautado.

El hallazgo se produjo el lunes, sobre las 21.30 horas, cuando los agentes decidieron inspeccionar las capturas del pesquero antes de que fuesen descargadas para su venta en lonja. Los miembros del Servicio Marítimo encontraron 510 cajas de bacaladilla a bordo del buque, mercancía que alcanzó un peso total de 8.160 kilos.

Los agentes, tras proceder a la incautación del pescado, realizaron las gestiones necesarias para entregar todo el producto al Banco de Alimentos de A Coruña.

Esta no es la primera vez que la Guardia Civil decomisa lirio irregular en los puertos gallegos desde que a mediados de mayo el Ministerio de Medio Marino decretase el cierre de la pesquería tras agotarse las posibilidades de captura asignadas a España para este año por la UE, poco más de 800 toneladas. Precisamente, a mediados de junio el instituto armado se incautó de casi una tonelada de esta especie en el puerto de Celeiro, en la localidad lucense de Viveiro. La Opinión A Coruña.

4) UN PESQUERO ARROJA AL MAR CIENTOS DE LECHAS CAPTURADAS ILEGALMENTE.

La Consejería abre una investigación para localizar al barco autor de la infracción, que puede tener su base entre San Pedro del Pinatar y Torrevieja.

Vieron blanquear el mar a lo lejos y pensaron que se trataba de la vela de un barco. Al acercarse, la imagen les rasgó el alma. «Había cientos de lechas de gran tamaño, atadas unas a otras por la cola. Todas muertas. Ya estaban empezando a hincharse por efectos del calor», cuenta Francisco, un pescador deportivo de La Torre de la Horadada, que se topó el pasado fin de semana con los cadáveres de los peces mientras navegaba en compañía de su padre.

No fueron los únicos. Decenas de navegantes observaron a lo largo de tres o cuatro días el dantesco espectáculo. Lo que había ocurrido parecía evidente: un pesquero, que sin duda había hecho la captura con artes ilegales o en zona no autorizada -si no ambas cosas- había decidido lanzar el pescado al agua ante la sospecha de que podía ser descubierto. Con el paso de las horas, nuevos datos que iban surgiendo permitían centrar más la historia.

«Es un pesquero que tiene base en San Pedro y Torrevieja, con autorización para coger sardinas y boquerones, y que utilizó una red de cerco para pescar las lechas. Ya lo ha hecho unas cuantas veces más», explica un pescador, que elude dar su nombre. La captura sería ilegal, ya que en esta época está prohibida la pesca de esa especie con ese tipo de artes. «Parece que se dirigía a Torrevieja para descargar y alguien le debió dar un chivatazo de que en el puerto había inspectores», añade.

El resultado de todo ello fue que la tripulación del pesquero ‘pirata’ ató un pescado con otro y los arrojó al mar, señalizados con pequeñas boyas, con la esperanza de poder recuperarlos más tarde. No pudo hacerlo, por razones desconocidas, y el pescado acabó pudriéndose y sirviendo de alimento a otros peces. El mar se encargó además de sacar decenas de esos peces a las playas, en la zona de El Mojón y la Torre Derribada.

Los datos aportados por los testigos hablan de en torno a medio millar de lechas de entre cinco y veinte kilos, lo cual permitiría estimar el peso total de la captura ilegal entre tres y cinco toneladas; «echándole por lo bajo», señalan.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de San Pedro, José Luis Pérez Roca, admitió ayer que conocía el suceso, aunque no quiso pronunciarse sobre la autoría del mismo. «Se dicen unas cosas y otras, y que si el barco es de un puerto o de otro, y yo no puedo creerme todo lo que se dice. Información oficial yo no tengo ninguna», explicó. Sí reconoció, sin embargo, que la única razón por la que un pesquero se desprendería de esa manera de las capturas es «porque las habría obtenido ilegalmente». Algo que consideró reprobable, «porque el reglamento está para cumplirlo».

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La Consejería de Agricultura y Agua, que tiene las competencias en el control de estas infracciones de pesca, aseguró ayer que no había recibido denuncia alguna por esos hechos, pese a lo cual se comprometió a abrir una investigación. La Verdad.

5) MÁS DE 300 DENUNCIAS POR PESCA ILEGAL EN SEIS MESES.

SANTA CRUZ DE TENERIFE. – Esta práctica, no declarada ni regulada, es una de las amenazas más graves que planea sobre la pesca y los ecosistemas marinos en las islas.

Detectan actividades de pesca furtiva en Gran Canaria.

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, a través del Servicio de Inspección Pesquera y en colaboración con agentes de la Guardia Civil y otros cuerpos de seguridad, «ha iniciado un total de 320 expedientes sancionadores por pesca ilegal, profesional y recreativa, en aguas interiores y marisqueo en aguas interiores y exteriores», áreas que son competencia del Departamento regional, en las dos provincias canarias entre los meses de enero a julio de 2011.

La Consejería afirma que abril fue el mes en el que se registró un mayor número de denuncias por el desarrollo ilegal de esta actividad, con 24 expedientes incoados, junto a la época estival, en la que se iniciaron un total de 35 expedientes (17 en junio y 18 en julio) debido en parte al buen estado del mar, lo que intensifica el desarrollo de la pesca recreativa, ámbito en el que la falta de licencia y la pesca submarina en zonas no autorizadas de las islas constituyen las principales infracciones.

Por el contrario, enero, con 8 expedientes, y febrero, con 9, representan los meses con un menor registro de prácticas ilegales.

El control de las actividades pesqueras en las Islas corresponde tanto a la Comunidad Autónoma de Canarias respecto de las aguas interiores del Archipiélago, tal como se establece en el artículo 3-a) de la Ley 17/2003, de 10 de abril, de Pesca de Canarias, como a la Administración pesquera estatal en relación a las aguas exteriores.

El intrusismo profesional y la realización de actividades pesqueras no reglamentarias, constituyen la base de la comisión de infracciones pesqueras de carácter administrativo contra la regulación pesquera autonómica o estatal, según sea el lugar de comisión de las infracciones cometidas, lo que determina la competencia de las diferentes autoridades que tienen la función de realizar el control pesquero.

Otra de las actuaciones que lleva a cabo el Servicio de Inspección Pesquera, que cuenta con un total de nueve efectivos en la provincia, a los que se suman los efectivos estatales a través de sus propios inspectores y de la Guardia Civil y otros cuerpos de seguridad como la Policía Canaria y la Policía Local-son las de inspección en materia de marisqueo, control y retirada de material de pesca abandonado-como nasas, tambores y otros artes de pesca-, e información y control en puntos de primera venta y comercialización.

Este tipo de acciones son fundamentales para mejorar la calidad de los productos pesqueros que se comercializan en el archipiélago, así como para preservar los recursos marinos y el medio ambiente, garantizando así la continuidad de actividad pesquera tradicional. La práctica ilegal, no declarada ni regulada es una de las amenazas más graves que planea sobre la pesca y los ecosistemas marinos en las islas. EUROPA PRESS.