Archive for noviembre 20th, 2012 | Daily archive page
Aquí en el norte resulta rarísimo encontrar un mero (del Mediterráneo) otra cosa son las chernas y mucho menos este mero guasa.
Alguno se ha pescado en Asturias, pero muy ocasionalmente. Lo que sí debemos saber es que, por pequeno que sea, sus agallas tienen unos «dientes» una duras espinas que son peor que la mordedura de un ballesta porque tiene mucha fuerza al cerrarlas. Mejor cogerlo por los ojos, al menos no sabe dónde lo llevamos 🙂 .
Hay que tener dos… buenas aletas? para salir de este ataque inesperado, aunque según comentarios, se trata de un buceador experto, Many Puig, que también captura caimanes a mano… o sea que es el buceador quien «citó al toro» y vaya si le entró. Menudo golpe en el hombro/cuello en ese primer envite contra el pecio. Lo que se si creerme es los de los 450 kg. aproximadamente, tal vez ¿la mitad?
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El cuerpo se adapta a casi todo. Hasta quedarse sin respirar cuando se practica la apnea voluntaria.
Hay varias técnicas para mejorarla, cursos que ofrecen los especialistas, pero el secreto para estar más tiempo conteniendo la respiración es, sin duda, la práctica, el entrenamiento y echar horas y horas bajo la cota cero.
El conocimiento de esas técnicas de entrenamiento en tierra están muy bien, relajación, respiración, etc. pero el desarrollo, la práctica debe hacerse en el agua, porque nuestro cuerpo, nada más que metamos la cara simplemente en el lavabo, cambia, el ritmo cardíaco baja, igual que el consumo de oxígeno en sangre y sobre todo, lo más importante, la mente.
La precaución, esa cautela es la que nos avisa bajo el agua cuando vamos equipados, donde tanto influye la claridad del agua, las corrientes que modifican mucho en tiempo de nuestras apneas.
Recuerdo aquella película de El Gran Azul, donde se contrastaba la técnica de mejora apnéica de Jacques Mayol con la práctuca del yoga, respiración diafragmática, intercostar y pulmonar con su rival Enzo Maiorca, sin ese sentimiento tan «espiritual» pero con grandes dotes de buceo como puro practicante, ambos tan amantes del mar como de la apnea.