Un año más se celebró el Campeonato Gallego Individual. En esta ocasión el lugar elegido fueron las aguas de Sanxenxo, con la organización por parte de la FEGAS y el Rel Club Náutico de Sanxenxo, que cedió sus instalaciones, experiencia, embarcaciones e instalaciones para un gran campeonato. Su mano se dejó notar, siendo excelente en cuanto a organización.
La prueba comenzaría el viernes con el control de firmas y entrega de dorsales en el hotel de concentración, previo a la cena. Se respiró un gran ambiente, con casi todos los pescadores reunidos, salvo algunos que vivían cerca u otros que disponían de otro alojamiento. Tras la cena, a descansar que el sábado empezaba lo duro.
A primera hora, con una salida prevista para las nueve y media, los pescadores acudieron a puerto. Algunos para terminar de echar las embarcaciones, aunque la mayoría ya las habían dejado de días previos en el agua. Hay que señalar las facilidades que puso el Náutico de Sanxenxo para la gente que fue a mirar zona, cediendo amarres y vestuarios.
Tras ponerse los trajes y recoger los sacos, se repartieron los comisarios a algunos participantes. No había para todo el mundo, y se pusieron por orden de clasificación del circuito del año anterior. Se explicó que se iba a ser muy duro con la normativa, para evitar matanzas indiscriminadas de peces, que luego se dejan muertos o flotando en el mar. Y es una actitud con la que se quiere acabar. En estos días el respeto al medio es muy importante, y hay que cambiar el chip.
A las nueve y media se da la salida hacia la zona de competición. En esta primera jornada sería la comprendida entre Pedras Negras y Montalvo. Un poco antes de Faxilda se da la salida, a las diez menos cuartos. Cinco horas de competición.
Los pescadores se reparten por la zona, sobre todo los bajos de Faxilda, con la mayor concentración de deportistas. Al poco de empezar se comprueba que la jornada va a ser muy dura. Poco pescado, aguas bastante sucias y sobre todo una marea cambiada, que no favorece la pesca. Los desplazamientos de zona son abundantes, gente de un lado para otro en busca de algunas piezas, pero está muy complicado.
Se hizo cumplir la normativa a rajatabla. Pescado que se subía, debía ir al saco y presentarse, sin ningún descarte. Esto hizo que los pescadores se tuviesen que asegurar mucho antes de disparar. Y para compensar a los que llevaban comisario, se hicieron inspecciones a las embarcaciones durante la prueba. Anotándose las piezas que llevaban y precintando sacos, con todo el pescado dentro. Al término de la prueba, en la zona de reunión, se dio un precinto a cada participante, cerrando el saco en ese momento, sin posibilidad de nuevas pesadas o descartes de piezas. Una vez terminado, se regresó a puerto.
Ya en tierra se entregan los sacos, y se ofrecen bocadillos de jamón, recién hechos, a los participantes y barqueros. Acompañados de agua o cerveza, mientras se esperaba a la pesada.
En estos momentos ya se hablaba de una pesca espectacular de Antonio Abilleira, con pintos grandes y robalos, que parece que reventaría el campeonato. El resto de los participantes, pocas piezas y muy igualado todo, entre siete y nueve piezas la mayoría.
Antes de entrar en la pesada, vamos a recordar el nuevo reglamento de este año, aprobado en reunión del comité por los clubes y pescadores que lo componen, y posteriormente ratificado por la asamblea general. Los principales cambios son que se pondrían serios con las matanzas de peces. Lo que se mata, se debe entregar, buscando eliminar el matar peces sin control, en tamaños dudosos, y luego comprobar si dan el peso, y los que no tirarlos. Este comportamiento se debe eliminar. El fin es la buena imagen y el respeto por el mar. Porque es una pena, además de dar muy mala imagen, ver peces flotando en el mar al término de una competición. Pero a lo que íbamos, los cambios consisten en que el peso mínimo es a 1kg, penalizando a 750gr. A partir de la quinta pieza que no dé el peso, penalizarán 2000 puntos. Es decir, la sexta hasta la décima pieza por debajo del kilo, cada una penaliza 2000 puntos. Y a partir de la décima, el pescador pierde esa jornada y no tiene puntuación, es decir, un cero. Se puede discutir el reglamento, pero era conocido por todo el mundo y aplicado a todos. Todo este rollo para entender lo que sucede en la pesada.
Ya en la pesada, como comentamos, pescas muy igualadas, salvo la de Toño García Abilleira. Un pescatón. 25 piezas presentadas. 14 válidas, entre ellas grandes pintos y un robalo de 4kg, que podemos ver en la fotografía. Pero presentó once piezas que no daban el peso, con la consiguiente descalificación. Una gran faena para este gran pescador, que además demostró su honradez presentando todas sus capturas, aún sin llevar comisario a bordo. La descalificación levantó ampollas, pues moralmente para todos nosotros era el vencedor de la jornada. En este momento se criticó el reglamento, que por l oque parece, se va a revisar. Pero era el aplicable a la prueba, y Toño no puntuó esta jornada a pesar de su impresionante pesca (en la siguiente ya no asistió) Otro perjudicado de este reglamento fue Xoan Cambeiro, con 6000 puntos de penalización. Con las piezas dudosas este reglamento es complicado, y cualquiera puede caer.
Desde luego es una pena, y una faena. Y a raíz de esto surgieron corrillos para comentar lo sucedido. Pero era el reglamento.
Tras esto la clasificación quedó en un segundo plano. Los participantes se dirigieron al hotel para descansar, cenar y dormir esperando la segunda jornada, en la que el campeonato estaba totalmente abierto.
La clasificación quedaba con Pablo Otero en primer lugar, con once piezas, seguido de Alfredo Varela y en tercera posición Ángel Nieto. Pero todos muy igualados. En un margen de 3 o cuatro piezas estaba la mayoría de la gente. Andrés Pita quedaba un poco rezagado, junto a Elías Villar o Tomás Dávila, algunos de los favoritos a priori.
La segunda jornada de pesca era en la parte interior de la ría, en Sanxenxo. Una pesca complicada en la que las marcas y la preparación de la zona sería clave.
Igual que el día anterior tres cambiarse los pescadores se salió al mar. A las nueve y media daba inicio la competición. Se hizo especial hincapié en los chalecos salvavidas, obligatorio llevarlos puestos por los barqueros. Y al rato se comprobó el por qué, con la Guardia Civil de mar inspeccionando alguna embarcación y exigiendo los chalecos puestos.
Entre tanto, los pescadores iban tocando las diferentes marcas. Sobre todo bajos con caídas a arena, que aportarían muchas piezas. Las marcas profundas, con buenas sargueras, se hicieron impracticables por una termoclina en ciertos puntos, con una visibilidad nula.
Andrés Pita se movía de marca en marca, con Elías más centrado en puntos concretos.
En el medio de la prueba se dio un incidente con una embarcación profesional, que empezó a largar aparejos encima de un pescasub, a las once de la mañana. Tras la insistencia de la Organización, acudió Inspección Pesquera, sancionando al pescador profesional. No podía echar los aparejos en una zona de competición, mucho menos encima de un pescasub, y además a las once de la mañana, cuando no pueden salir de puerto un domingo antes de las doce. Un ejemplo para todos nosotros, que cuando veamos actitudes como esta, debemos denunciar.
Siguiendo con el transcurso de la prueba, se veía más pescado éste día, aún siendo zona de ría.
Al término de la jornada, se hablaba de buenos sacos. Elías Villar, Andrés Pita o Jose Puga habían hecho buenas pescas. En el caso de éste último con la mala suerte de que le partió una aleta con una enrocada de sargos, y perdió de pescar varios por este motivo (estuvo pescando con una aleta parte del tiempo) aunque más tarde le dejaron otras, ya había perdido bastantes piezas, que pudieron suponer la clasificación para el campeonato de España. Pablo Otero parecía que no había tenido suerte.
La pesada estaría interesante, con varios pescasubs luchando por el título. Los grandes favoritos eran Elías Villar, Andrés Pita y Alfredo Varela.
Y ahí se fueron pesando. Preciosa pesca de Puga, remontando muchísimos puestos y haciéndose con la pieza mayor, con un pinto de casi tres kilos. Y pesquerón de Elías, que indiscutiblemente se hacía con el primer puesto y nuevo campeón gallego individual. Andrés Pita remontaba a la segunda plaza, a escasos cinco mil puntos de Elías, con Alfredo Varela en el tercer puesto del podium, demostrando su regularidad y calidad.
Al final, Elías Villar, Andrés Pita y Alfredo Varela representarán a Galicia en el nacional. El nuevo delegado y seleccionador gallego les ayudará con marcas y el conocimiento de la zona para la preparación, y desde aquí les deseamos la mayor de las suertes a los tres.
Como no podía ser de otra forma, esta pesada tampoco sería tranquila. Por un error en la misma, se le sumaron a Elías Villar y a Pablo Otero dos piezas de 12 y 10 kilos. Con lo cual eran diez mil puntos a mayores. Esto hizo que se comunicase que Pablo Otero quedaba en tercer puesto, con plaza para el nacional. Pero al comprobarse el error se corrigió la clasificación. La desilusión en el pescasub de Ferrol fue grande.
Por nuestra parte, a nivel personal, queremos agradecer la labor de los barqueros, siempre los grandes olvidados en los campeonatos, aunque imprescindibles. Deberían de tener algún detalle más con ellos, y sobre todo apreciarles la labor, como se merecen. Resaltar la gran organización de la prueba, por parte del Náutico y de FEGAS.
Clasificación
Elías Villar Campeón Gallego 2013
Andrés Pita subcampeón gallego 2013
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