La mar no siempre está dispuesta a dejarnos pescar, estos días el fuerte viento solo dejaba navegar un poco el domingo al socaire del puerto, pero el sol abrasador, animaba hasta echarse al agua por la borda y disfrutar, en traje baño de los 21º que marcaba la sonda.
Para acompañar a los frutos del mar también nos ocupamos un poco del huerto, disfrutando de ver crecer les fabes, les pintes y les blanques, (sinónimas de fréjoles, frijoles, judías, alubias, habas… ) los tomatinos, que ya venimos comiendo hace un mes y ahora toca mirar el manual del curso, para recordar cúando se arrancan las alubias que uno es totalmente novato en esto también.
Lo que si he comprobado que de vez en cuando hay que descansar y si es balanceándose en una hamaca, tanto mejor.
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