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El Seprona estrenó el premio que le concedió el martes el Colegio de Biólogos por su labor con dos actuaciones que recuerdan su importante papel en la salvaguarda de la salud pública de los murcianos. Si el sábado le tocó a la carne, con la inmovilización cautelar en Totana de 1.435 kilos de carne de ternera que eran transportados en un vehículo sin sistema isotermo, ayer tocó pescado.

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Los agentes inmovilizaron en las inmediaciones de la lonja de Alcantarilla 35 piezas de pez espada que eran transportados sin la documentación acreditativa de su trazabilidad y que fueron pescados con artes de enmalle, prohibidas por la legislación. En la denominada Operación Sable, en las que han colaborado funcionarios del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agricultura y Agua, se decomisaron estas piezas al no poder aportar su propietario la documentación sobre su trazabilidad necesaria y comprobar que el pescado no presentaba lesiones por anzuelo en la cavidad bucal y sí evidencias de pequeñas lesiones cutáneas, que revelaban su captura mediante redes de enmalle.

Los agentes también decomisaron otros 112 kilos de pezqueñines de merluza y besugo en el transcurso de varios puntos de verificación de transporte de pescado, por no alcanzar las tallas mínimas reglamentarias.

El pescado decomisado, que en el mercado habría superado los 6.000 euros, ha sido entregado, previa inspección de la Consejería de Sanidad, a centros benéficos de Murcia y Cartagena, como Proyecto Hombre, Cáritas Diocesana, el Hogar de Betania o las Hermanitas de los Pobres.

El pescado, tras ser inspeccionado, se ha donado a varios centros benéficos.

Fuente: La verdad.es

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