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El Instituto de Oceanografía estudia el ecosistema pelágico del Cantábrico.

Analizará la distribución y abundancia de especies como la sardina o el bocarte, así como de sus depredadores.

Solo faltaría que en sus conclusiones culparan al pescador submarino entre los más depredadores de la sardina-bocartes. Sería verosimil pues a mi entender la mayoría de pescadores submarinos nos gusta más un buen «platin» de bocartes con «unes lonchines» de jamón frito en lugar de «botones o chopes». Seríamos depredadores pero en su captura en el plato.

Estos del I.E.O. son buenos profesionales y me consta que harán un buen trabajo de investigación. Después de sus informes, vendrán normativas europeas, nacionales y regionales que serán como siempre incumplidas, se acabarán los caladeros y más subvenciones para los de siempre. Tiempo al tiempo.

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) inicia el viernes la campaña ‘Pelacus0409’, a bordo del buque oceanográfico francés ‘Thalassa’, dedicada a la evaluación de las poblaciones de peces pelágicos (aquellos que no viven asociados al fondo; como la sardina, el bocarte, el atún o la caballa) en el Noroeste de la Península Ibérica. La campaña de este año es la continuación de una serie histórica que se remonta a 1983.

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Para ello, un equipo del IEO formado por 28 científicos y personal técnico recorrerá la plataforma continental desde el Norte de Portugal hasta Francia, haciendo escala en el puerto de El Musel el 9 de abril, coincidiendo con la mitad de la campaña, y finalizando en Santander el 22 de abril.

Su objetivo es el estudio integrado y multidisciplinar del ecosistema pelágico, desde la composición y estructura de tamaños del plancton, que constituye la base de este ecosistema, hasta la distribución y abundancia de peces pelágicos, como sardina o bocarte, y de sus depredadores, incluyendo mamíferos y aves marinas.

A lo largo de la campaña, junto a la observación directa de los distintos grupos de organismos marinos y las condiciones oceanográficas en la columna de agua, se realizarán una serie de trabajos para analizar distintas características del ecosistema. Estos incluyen experimentos para conocer la productividad de las microalgas en determinadas localizaciones, para conocer la dinámica de los estadios larvarios del bocarte o la toma de muestras de nitrógeno radioactivo en tejidos de distintos organismos, que permiten saber su posición en la cadena alimenticia.

La información recogida en las campañas Pelacus contribuye a una mejor compresión de los factores que determinar las variaciones de los stocks de especies de interés comercial y proporcionan gran parte de la información que se usa para gestionar racionalmente las pesquerías de la zona.

Además de esto, las campañas acopian una gran cantidad de información adicional sobre otros componentes del ecosistema (desde microorganismos hasta organismos marinos de gran tamaño, como delfines y ballenas).

Material

Para ello, el grupo de científicos del IEO a bordo del ‘Thalassa’ cuenta con un moderno material, que incluye sistemas de muestreo de las características de la columna de agua, redes de plancton y de pesca, botellas oceanográficas y una serie de equipos de última generación como medidores ópticos de partículas en el plancton o cámaras que permiten fotografiar muestras de microorganismos.

El IEO es un organismo público de investigación, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. La institución es la representante de España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con una plantilla de 600 personas y su presupuesto supera los 60 millones de euros. Tiene nueve centros oceanográficos costeros, una estación de biología pesquera y cinco plantas de experimentación de cultivos marinos.

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