Constancio

El pasado viernes, La Nueva España, publicaba la entrega de esta embarcación semirrígida Narwhal por Exponáutica, para destinarla a la pesca submarina. Participará en los cursillos que organice el Club APNEA GIJON y el PATRONATO DEPORTIVO MUNICIPAL como apoyo, siempre por motivos de seguridad y sin ánimo de lucro, lógicamente.

Cabe decir que también se usará en algunos campeonatos de esta actividad pesquera. Precisamente, el pasado viernes se aprobaron en la Federación los de esta temporada 2012 de todos los clubes asturianos, los sociales y los abiertos. Deberíamos considerarlos todos ellos, (al menos el APNEA GIJON y L’ESPUMERU así lo hacen) competiciones BENÉFICAS Y CIENTÍFICAS: Las capturas son entregadas a Centros de Beneficencia y además se recogen datos en un acta que se pasan a la Dirección General de Pesca, para estudios de ámbito y rigor científico, número y nombre de especies, peso, número de participantes…

En dichas actas, comprobamos la verdadera dificultad y precio que supone la captura de peces de forma tan especial, con un arpón, limitándose a una poca profundidad, a la turbidez del agua y a la fuerza del oleaje. Los promedios por pescador con el número de piezas y peso, así lo señalan.

No cabe duda que si queremos capturar muchos peces y de forma rentable, hemos de emplear otras artes, no ésta.

Esperamos que la Dirección General de Pesca, publique los resultados de las encuestas que nos realizó hace un tiempo, una en cuanto a la presión que ejerce la pesca de recreo en sus tres modalidades en el Principado de Asturias, más en concreto la nuestra, claro, con 2.600 licencias.

La más reciente, la encuesta socioeconómica, probablemente indicará que cada pez que se consigue haciendo pesca submarina, nos cuesta un ojo de la cara, pero esto es lo fabuloso y divertido, si no costara esfuerzos, económicos y deportivos, sería un trabajo bastante duro e ingrato. Nadie lo querría. El capturar un día un buen dentón, eso, eso dura toda una vida y si hacemos un buen vídeo o foto lo ven los nietos, una vez que tengamos aburridos a los más allegados.

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