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Uno de los muchos incidentes que surgen en estos viajes interoceánicos es o pueden ser, las necesidades de ayuda médica, bien por accidente o enfermedad.

Nuestros aventureros del Velero Tin Tin, nos relatan un episodio ocurrido en medio del mar y cómo resolvieron el tema de asistencia médica. Desde luego además de valentía, se requiere de sangre fría para salir de situaciones con este tipo de dificultades.

No dudamos que los libros que publicarán nuestros amigos Isabel y Guillermo, serán «best sellers» una vez consigan ese pequeño patrocinador. Seguro que aparecerán los Red Bull para darles «velas», Bancos o tal vez pequeños inversores a los que les interesará darles apoyo para recoger beneficios con sus éxitos editoriales y mediáticos.  Aquí dejo dos enlaces de entrevistas a Isabel, una en ONDA CERO hace tan solo unos domingos, y otra en 360RADIO emitida también recientemente en Cataluña, aunque lógicamente la entrevista es en castellano.

Lo dicho, estas publicaciones, esperan ese patrocinador para firmar el éxito.

ENFERMEDADES Y AYUDA MEDICA

Un proyecto de circunnavegación es necesario afrontarlo en un principio con unas condiciones físicas excelentes. La mar te va a exigir todo el esfuerzo físico y psicológico que puedas llegar a dar. Por lo tanto, conscientes del nuevo mundo que se abre por la proa de tu vida, es muy deseable abandonar cualquier hábito tóxico y disponerse a vivir con plenitud la libertad que tanto ha costado conseguir. No obstante la posibilidad de un accidente o enfermedad siempre está presente y es necesario por lo tanto tomar todas las medidas preventivas posibles. Pero si éstas no han sido suficientes, hay que contar con dos cosas muy importantes que posibiliten la mayor autonomía posible, y estas son: una buena formación sanitaria y un completo botiquín. Respecto a éste último, la Dirección General de la Marina Mercante española establece un botiquín determinado dependiendo del tipo de navegación que se vaya a realizar. Y en éste aspecto, pese a que el Tin Tin lleva bandera inglesa y por lo tanto la normativa española no le afecta, decidimos tener a bordo el Botiquín A el cual se establece para navegaciones oceánicas.

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Isabel se convierte en médica, enfermera y timonel para seguir destino en medio de toda la tempestad.

Este botiquín consta de 14 cajones y en cada uno de ellos hay muchos medicamentos destinados a una serie de dolencias concretas (nosotros agrupamos los medicamentos en los recipientes que se muestran en la fotografía) . Pero lo mas importante de todo es que en España existe lo que se llama un Servicio Radiomédico Español que está en Madrid, forma parte del Instituto Social de la Marina (Seguridad Social) y está disponible las 24 horas. A este servicio se puede acceder por diferentes sistemas, pero hoy en día lo mas normal y efectivo es el uso del teléfono satelital. ¿A que no sabéis lo que muestra la fotografía siguiente?

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En nuestra última travesía entre Tonga y Nueva Zelanda (7 días) en plena fase de muy mal tiempo y justamente en la mitad de la travesía, me dio un cólico nefrítico que me dejó textualmente roto y fuera de combate. Isabel se hizo cargo de todo e inmediatamente realizó una llamada al Servicio Radiomédico. De forma instantánea respondió un médico del servicio, a quien Isabel puso sobre antecedentes rápidamente y el doctor señaló el cajón nº 5 donde se encontraba la Buscapina inyectable y el cajón nº 7 donde estaba el Diclofenaco, señalando además las indicaciones oportunas para su administración. O sea, que los médicos del Servicio Radiomédico saben perfectamente los medicamentos que llevas en los 14 cajones y de una manera rápida y práctica te indican donde debes encontrar el que interese en cada momento. Al día siguiente expulsé una piedrecita pequeña pero suficiente para originarme tan mal trago. Al medio día el médico llamó al Tin Tin para interesarse sobre mi dolencia y al enterarse de que había expulsado la piedra, indicó que en el cajón nº 3 (Antibióticos) había Amoxicilina y que debía tratarme…. Este sistema español de ayuda a los navegantes que andamos por el Mundo (mercantes, pesca, trotamundos…) es excelente tanto por la calidad del servicio como por la calidad humana de sus componentes.

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Guillermo, una vez recuperado, rápidamente vuelve a su turno del timón de la nave.

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