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Para que veamos la otra cara de la moneda que supone navegar de paraiso en paraiso, no siempre nos encontraremos con tiempo soleado, con esa brisilla agradable, playas de fina arena blanca, aguas calmadas con ese azul turquesa…

Nos cuenta Guillermo algunos de los problemas con los que se encuentran también. Aquí dejo otro relato de nuestro amigo, deseándole lo mejor de su salida inmediata de Nueva Zelanda a las atrayentes islas FIJI. Esperemos encuentren otro paraíso como el que tenemos aquí en Asturias, tu tierra natal.

SOBRE LOS SUSTOS, LAS AVERIAS Y LAS TEMPESTADES

Suponemos que la mayoría de vosotros ya os suponéis que vivir en la mar no es todo una alfombra roja por la que navega el Tin Tin a sus anchas…Aunque la mayoría de las veces, son momentos satisfactorios, también existen otros en los que las circunstancias se vuelven contrarias. Y estas contrariedades, pueden ser como consecuencia de diferentes imprevistos para los cuales hay que estar siempre preparados. La meteorología adversa es la mas común de estos imprevistos

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Cuando el horizonte presenta esta apariencia, a bordo entran en funcionamiento una serie de protocolos de seguridad que tratan de preparar al barco y la tripulación ante unas circunstancias que pudieran ser muy duras y violentas. La fotografía que sigue muestra la pantalla del radar indicando la presencia de importantes núcleos tormentosos

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Nunca se sabe a ciencia cierta la magnitud que pueden llegar a alcanzar estos fenómenos, por eso siempre se trata esquivarlos, alterando el rumbo e intentado pasarlos por barlovento, pero no siempre se consigue

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En el interior de estas células el viento puede llegar a ser muy fuerte poniendo a prueba tanto a la jarcia (conjunto de cables y cabos que sirven para aguantar el mástil y regular las velas) como a la misma tripulación

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Para afrontar esos momentos es necesario tener una gran confianza en la embarcación y en las capacidades de uno mismo. Cuando un fuerte temporal te sorprende a miles de millas de la tierra mas próxima, sabes que dependes de ti mismo y de la estrecha colaboración con tu pareja

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Un periodo de mala mar, puede extenderse durante una semana continua, y para salir airoso del reto, es necesario guardar la calma, saber qué hacer en cada momento y tomar buenas decisiones. Durante varios días de mal tiempo, miles de grandes olas golpearán a la embarcación y los fuertes vientos dan poco margen de maniobra

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En esas condiciones una de las mayores preocupaciones está centrada en el trabajo de los pilotos automáticos. El Tin Tin dispone de dos potentes pilotos automáticos, pero en alguna ocasión hubo que ponerlos fuera de servicio para realizar alguna labor de mantenimiento o hacer frente a alguna avería. En la fotografía que sigue se ve a Isabel gobernando a mano y su semblante demuestra concentración y preocupación

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A la pregunta de si alguna vez hemos pasado miedo, la respuesta es SI. Ante ciertas circunstancias aparece una intensa preocupación que se podría llamar miedo. Tener miedo no es malo, activa todos los controles mentales y uno está preparado para afrontar cualquier problema. Uno de los problemas que han tenido algunas tripulaciones poco entrenadas o desconocedoras de su embarcación y de sus propias capacidades, ha sido entrar en pánico y en algunos casos llegaron a resultados realmente dramáticos.

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Con mal tiempo, los esfuerzos que se producen en la jarcia son impresionantes. En la travesía entre la isla de Bora-Bora (Polinesia Francesa) y el Reino de Tonga en la cual empleamos 14 días de travesía, hicimos frente a un periodo de fuertes aguaceros que traían vientos que superaban los 50 nudos. Y como consecuencia de esta “paliza” rompió un hilo del obenque bajo trasero de babor lo cual nos indicó que la jarcia había superado su tiempo de esfuerzos de fatiga. Este tema nos preocupó mucho hasta que llegamos en el mes de Noviembre del año pasado a Nueva Zelanda donde decidimos cambiar toda la jarcia del barco.

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Otro grave problema que tuvimos se originó en la travesía entre Salvador de Bahía, en Brasil, y la isla de Trinidad (2.200 millas=4.074 kilómetros)donde uno de los tanques de diésel empezó a perder combustible por la parte de abajo. A bordo del Tin Tin llevamos una capacidad de 1000 litros de diésel divididos en dos tanques aislados de 500 litros cada uno. Cuando llegamos a Trinidad tuvimos que asumir una de las averías mas engorrosas que hemos tenido y creemos que en las fotografías se puede observar la magnitud de la reparación.

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Bueno, estas son algunas de las cosas que nos pasan, a veces llenan de zozobra nuestra vida y vacía la maltrecha caja de a bordo. Sabemos que estos casos forman parte de nuestra vida y lo aceptamos, conscientes de que muchas personas, los temporales los pasan en tierra al tener que asumir situaciones de paro…hipotecas…hijos…presión social…y tienen menos posibilidades que nosotros de cambiar su rumbo…

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