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Ya que no podemos coger un centollín y llevarlo a casa, al menos jugamos con uno para que se vea que hay muchos y a poca agua, que no caemos en la tentación (por la cuenta que nos trae) de guardarlo y comerlo. Mucho menos venderlos.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=VZFgrdsriJA[/youtube]

En este vídeo, pampeano busca por todos los rincones el pez al que perseguimos con ahínco, por eso no ve el centollo, antes ni después, cuando se lo tiro delante de la cara para asustarlo.

[youtube]http://http://www.youtube.com/watch?v=i0k24nm3R9U[/youtube]

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