Constancio

Llevamos unos cuántos días con mar de fondo. No obstante el domingo lo intentamos tres intrépidos, «el Pampeano», «Chus» de Soto del Barco ambos ya curados de espantos y yo mismo, sabiendo que nos meteríamos en aguas turbulentas, esperando lo peor:  No pescar nada, pero salir riendonos mucho con un remojón de unas 4 horas dando aleta, subiendo y bajando, aunque salimos por la Rampa de El Musel con bastante verdín, encontrando allí el mayor riesgo de accidente de toda la mañana.

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Aunque vemos la luna sobre las casas, amanecía en Gijón el pasado domingo 11 para ir a pescar, bueno, mojar el traje ya que peces, peces, ni julias, ni botones… ya sabíamos que nos encontraríamos con la mar movidita y oscura, aunque con un buen día sin viento y por fortuna con sol, que anima mucho.

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El mar debería estar así, calmado con aguas claras, pero lo cierto es que encontramos el agua turbia y barruntando lo que se avecinana pocos días después.

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El día 14, tres días después, las olas no permitían ni salir del puerto deportivo.

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Vemos en la ola de la izquierda los bajos que marca la mar gruesa a bajamar: el «Serrapio de Mar». Allí nos mojamos el pasado domingo viendo las cuevas vacías, donde pescamos recientemente dos congrios, pero los peces se habían tomado vacaciones, supongo que a aguas más profundas.

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Otra perspectiva (desde la barrera) observando cómo rompe en los bajos del serrapio, que están a unos 4 metros sobre un fondo de 10 a 12.

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Aqui «la verde» se tapa con la ola, en la bocana a la marina del puerto de Gijón.

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La foto refleja la zona de Peñarrubia y vemos la cabeza y cuerpo de la isla La Tortuga.

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Desde el Club de Regatas, vemos otra mar diferente a la segunda foto.

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Rompeolas de Liquerique con «la verde» al fondo vista desde el otro lado.

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Rosa de los vientos que tenemos en la playa del Arbeyal, con las banderas marcando a sotavento, al este.

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Otro ángulo del serrapio de mar, a una milla del promontorio de Cimadevilla con su «Elogio del Horizonte» en su cima.

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Hoy los vientos de más de 100 km./h.  empujaban más las olas y la intensa la lluvia dificultando hacer fotos en buenas condiciones.

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Más olas y viento hacia Liquerique

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Al fondo, apenas inapreciable, el Arbeyal y el puerto de El Musel.

Esperemos que el mar y los elementos nos permitan antes que acabe el año perseguir algún «pexe».  Sino, tendremos que conformarnos con comer unos «oricios» que no corren mucho y crudos están muy sabrosos. -Pero acordarse de cogerlos solo con la técnica «sin ver» que es la que nos pide la Dirección General de Pesca, es decir sin gafas, sin aletas, por el pedrero y con la licencia de costa, si puede ser sin traje, dicen que mejor porque podrías haber dejado las gafas escondidas, cuidadín. 🙂