Constancio

Desde aquel lejano noviembre de 2008, en el que comencé los primeros pasos en este blog, muchos avatares (como llaman ahora a los muñecos virtuales) o mejor dicho, vicisitudes han pasado en estos escasos dos años, con más de 400 entradas publicadas. Casi 20 al mes de media.

Además de los cambios naturales de tener más juventud acumulada en el cuerpo y por tanto nuevas experiencias para contar, afortunadamente vamos haciendo tambien acopio de vuestras visitas a este sitio. Entre todas, nada menos que 50.000. Nunca podía esperar tantas, la verdad. Casi las 80 diarias. Para mi todo un regalo que os agradezco mucho.

En cuanto a mi progresión informática sigo conservando mismo nivel: bajo, igual que en la pesca submarina. Me parece que llega un momento en el que ya no aprendemos más, no progresamos con el paso tiempo. Disculpar que no sepa poner más atractiva la página o más interesante. Para eso, la labor de mi «socio» Pablo, que hace muy poco abrió en Facebook un sitio y va colgando fotos de pesca o lo que se tercie, con comentarios entretenidos. Podéis verlo pinchando aqui y haceros amigos, supongo, ye tan buen chaval…

Ultimamente procuramos disfrutar bastante más de la vida y de los conocimientos que da la experiencia, sin que eso suponga arriesgarse lo más mínimo sobre todo en la pesca submarina, para conseguir ese buen sargo o meterse en una rompiente por pescar una hermosa lubina. No merece la pena jugársela, ¡piano, piano va lontano!

También digo, no obstante, “intentar pescar” en Cabo Peñas, en Cabo Ortegal o hacer una salida nocturna como la que hizo hace unos meses el club APNEA GIJON por el dique de la Osa en Gijón, son experiencias para sentirlas profundamente sin que necesariamente haya que llevar pescado para casa y siempre con prudencia.

Cumplo tambien ahora los seis meses desde el transplante de los pulmones, (cómo pasa el tiempo) y, aunque aún convaleciente, físicamente me encuentro tan bien que, como sabréis, vengo disfrutando de los fondos mediterráneos desde abril y después por todo el Cantábrico y muy encantado de la nueva vida.

Bueno, compañeros virtuales, ¿brindamos por las 50.000 visitas? Espero estéis más comunicativos, corrigiéndome todo lo que podáis en las próximas. Por mi parte, invitaros en ese «chin-chin» a una sidra si nos vemos en el chigre y sino, en el mar con alguna gran captura. ¡El congrio no puntúa, eh! Mejor barriga blanca y que pase de 3 kilos.