Constancio

Este viernes y sábado estaba pa ello. El viernes, con un buen tiempo, soleado (que anima mucho), viento suave de suroeste y el mar en calma total, además de cristalina,  lo único en contra que la teníamos a 13,5º C.

El pescado, buscando y rebuscando, algo más allá de «La Tortuga» fuimos haciendo piezas: un pintu grande, abadejote, un chopón… que por cierto quedó la varilla pillada en la cueva y no salía. Tirando, tirando estaba abrazada por un gran pulpo…  que huyó nada más ver la luz, pero hacia dentro, porque seguía encuevado.

Fuimos José Manuel, de Oviedo y el Pampe, (de los que no tengo fotos) después de quitar el «afoguín» de perseguir chopas y botones que se acerquen al kilo, por aquello de ser selectivos, les llevé a un sitio donde emerge el agua dulce del fondo, formando «esos visos» al mezclarse las dos aguas en La Providencia, a unos 300 metros de la orilla y a unos 6 m. de calado. He oido decir que los antiguos marineros (que iban a remos desde Gijón) llenaban allí sus cantimploras ya que llega con fuerza hasta la superficie. Difícil de creer, habiendo aqui tan buena sidra. Espero hacer alguna foto de estos manantiales submarinos emergiendo del fondo en medio del agua salada cuando me devuelvan mi nueva máquina sub, la Cánon IXUS 130 de fábrica, aunque me han dicho que no lo cubre la garantía, veremos en que queda la cosa.

El sábado, aprovechando que el domingo entraría más mar, fui con Pablo, Roberto y Zubi, esta vez como ya eran casi las dos de la tarde y soplaba el nordeste con ganas. Lo que hicimos fué bordear el Dique Exterior y el valiente de Zubi miró los nuevos bloques, pero con resultados muy escasos, un buen chopón pero poco más. Después fuimos a Torres, descubriendo buenos xargos bajo las piedras. Mirando unas cuevas de congrio, un tiñosu, Pablo se estrenó con un congrio, y cogió alguna chopa y un pintu muy curiosín. Nos ganó Roberto con un San Martín (o San Pedro nunca se cómo llamarlo) bastante grande.

Dos guapas jornadas seguidas para hacer pesca submarina sin apenas salir de casa. Otros muchos decidieron irse a Galicia el sábado, ya nos contarán cómo les fue.

Guapa era esta pieza que se escapó de un coletazo, seguro que era una sirena, por los silbidos. LAS PIEZAS QUE SE ESCAPAN SIEMPRE, SIEMPRE SON LAS MEJORES.