Captura de un congrio en un pecio.
He traducido los comentarios que siguen al vídeo y parece que tenemos al enemigo en casa, bueno en la misma federación. A un buceador no le parece bien que dispare a un pez que le mira a la cara. El pescador se justifica diciendo que cumple con la legislación, que el bocado de congrio está muy sabroso y es lo mismo un congrio en la cueva que un mero, un cabracho-tiñosu que no se mueve en absoluto o un sargo en su sarguero. El otro insiste que luego no tiene fauna para fotografiar. La respuesta tampoco tiene desperdicio, que se vaya a un Área Marina Protegida.
Evidentemente cada uno sacará sus opiniones, pero cabe decir que normalmente pescamos lo que vamos consumir y sí es verdad que hay muchos «pescasub» que no disparan a los congrios, unos porque lo les gusta su carne, otros porque no les gusta o les asusta su manipulación y algunos preferimos pescar alguno de vez en cuando y llevarlo a algún restaurante conocido para que nos lo prepare y cenarlo entre unos cuántos, pero creo que no deja de ser un pez más.
Hay que tener en cuenta que la pesca submarina es la más selectiva de todas las formas de pesca, incluyendo la de caña, que es también poco agresiva con el medio marino. Por otro lado pensar que una congrio, pone entre ocho y diez millones de huevos. La talla mínima en la pesca deportiva, es de 58 cm. y se han llegado a pesar ejemplares de hasta los 50 kg. por Asturias.
Un compañero del club Apnea Gijón vio este mismo verano en una playa un montón de alevines, como de una cuarta, navegando formando un gran banco que le llamó mucho la atención. A mi también me tocó ver algunos chiquitines, pero actuando ya como sus padres, metidos en pequeñas oquedades.
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