Constancio

Pescadoras o cazadoras submarinas, sabemos de las dos palabras para definir la captura de peces bajo el agua por medio de un fusil o arpón submarino y en este caso por mujeres.

El motivo de este comentario es para afirmar que hay muy pocas damas que, entre sus aficiones, figure la pesca submarina. Tal vez al buceo autónomo haya alguna más. Por supuesto al buceo simplemente con el tubo respirador, aguas tropicales, sin duda, muchas, sobre todo en los viajes de novios al Caribe.

No creo que sea machismo afirmar que la causa es que no tengan el gen que ya tenían desde nuestros primitivos hombres de las cavernas tenían para conseguir el alimento, mientras ellos cazaban o pescaban ellas hacían otras tareas y ha seguido siendo así hasta nuestros días, incluso hoy en las selvas o en culturas primitivas continuamos viendo a ellos con arcos y flechas, con largas cerbatanas o afiladas lanzas saliendo por el sustento alimenticio, aunque haya casos de excepción en los que ellas también consigan hasta cazar y pescar mejor que algunos. Por eso creo que, si consultamos a cualquiera de las chicas, no les despierta ese afán depredador, más por el contrario dirán que «pobrecito pez» a la hora de pegarle un tiro, aunque les encante después su sabor una vez guisado y puesto en el plato. Aqui planteo la duda: ¿será cuestión de genética? no se que pensáis vosotros. Para mi sí.

Si alguien puede pensar que aquí en el Cantábrico, con el agua a 12/15 grados en invierno y unos 20/24 en verano, con turbiedad en la costa a veces, bien lluvia o mar de fondo, no anima y retiene a las cazadoras, yo no soy de esta opinión. No me parece que sean estos los motivos de no verlas pescando con nosotros o asociadas a un club o al menos con su pareja fusil en mano…

La demostración más palpable es la web cazadoras submarinas que os presento, aunque tal vez ya la conocéis, nada menos que en Chile, con aguas frías y contínuamente muy agitadas y con corrientes, es donde se da la mayor concentración de buenas y valientes cazadoras submarinas.

Sirvan estas poéticas palabras de una de ellas, extraida de la web para animar a las féminas de otros lugares a probar, además del equipo básico, el empleo del fusil para cazar las piezas que estas chilenas y de otros lugares del mundo también consiguen.

Nos veremos con ellas pronto. casi seguro, en los cursillos de iniciación, siempre se suele presentar alguna joven.

«Sylvia Earle:

Me fascina bucear sola. Sumergirme sola. Sé que no es lo común, que se debe bucear en grupo, pero… La maravilla de descender, ver cómo la superficie es de un tipo de extraño color verde. Penetrar en esa capa verde para introducirte cada vez más en agua azul que se va haciendo más y más oscura, llegando al índigo y luego al añil, y de repente se acaba el azul. Reina el negro. La oscuridad.  Aunque no es una oscuridad absoluta. ¡Está llena de luz! Hay pequeños centelleos, brillos, un fulgor a tu alrededor que hace que parezca que estás cayendo en una galaxia plagada de pequeñas estrellas, porque la mayoría de las criaturas de las profundidades marinas tienen algún tipo de luz, de destello, es la bioluminiscencia de los ecosistemas de aguas profundas. Cuando chocan contra el sumergible en el que te encuentras, es una fiesta, como los fuego artificiales del 4 de julio.»