Posts Tagged ‘sargos’
Estos son los cadáveres que los peces que hoy quisieron venir a casa. Lo más llamativo esas furagañas y los sargos, el resto muy sabroso, pero de talla nada espectacular.
Lo cierto que madrugamos bastante, a las 7 de la mañana ya estábamos tomando el cafetín, pensando que los pillaríamos durmiendo y lo que nos encontramos Seguir Leyendo…
Nuevamente sin ir muy lejos, intentamos sorprender a los peces, pero son ellos los que nos sorprenden siempre. Se dejan ver cuando o donde no los esperas, cuando no tienes acceso, cuando subes a tomar aire… solo aquellos que van justos de peso pueden Seguir Leyendo…
Viendo estas imágenes, creo que los peces saben cuando llevamos fusil y cuando no.
Nuestra actitud nos delata cuando nos acercamos con fines predadores o bien al quedarnos filmando sin más. Llegan a dar la impresión que quieren Seguir Leyendo…
Hoy, ya en Gijón tocaba botar la lancha por El Musel y dejarla de nuevo en el pantalán de Marina Yates. Aunque madrugamos, llegamos al agua con pleno nordeste. No sabemos de dónde sale tanto viento. ¡Qué pesadez!
Agua templada, pero con bastante turbiedad para mi gusto (adecuado para otros). Lo mismo que, a decir de algunos, había mucho Seguir Leyendo…
Fotos de los últimos días de pesca por Gijón, antes de ir a Galicia y fotos tambien de los últimos preparativos para desplazarnos a la parte mas septentrional de España.
Sabiendo de mano que el viento en la Estaca de Bares está garantizado, algo así como ocurre en Tarifa, nos llegamos 6 colegas hasta el pueblo de Vicedo, hostal D. Manuel el viernes día 9, deseando que lo que anunciaba la web deltiempo.es fuera menor o que saliera el viento anunciado al mediodía o lo más tarde posible. No fue así. Pese a que a las 8,30 nos dirigíamos a la hermosa rampa (qué envidia de rampas a partir de Ribadeo, mientras que las de Asturias son tercermundistas) eolo soplaba cada vez con más intensidad.
El buque escuela, como decía Kalamardo hace unos días, tiraba con los 6 presuntos pescadores con fuerza, pero las olas que el viento levantaba, impedía correr como quisiéramos. Casi llegados a la Estaca, con muchísimas ganas de pescar, la prudencia, aconsejó no fondear para no asumir riesgos innecesarios. Qué necesidad había… Otro tirón hasta buscar algo de refugio y poder pescar con relativa tranquilidad. Allí se consiguen las dos mejores piezas de la jornada y algunas otras piezas. Nuevo cambio de zona, pero cada vez con menor suerte al tener que navegar con una tripulación tan numerosa.
Algo preocupados por el exceso de viento, Kalamardo apuntó con buen criterio ir a Espasante, pues geográficamente está «protegido» del nordeste. Madrugamos y ya en la rampa la ola hacía largo recorrido, como avisando de lo que nos esperaría fuera. De nuevo la prudencia, no se si acertadamente o no, hizo que ni se intentara botarla. De regraso, paramos donde el viento era de menor intensidad, Ribadeo con una rampa inmejorable, plana ancha y libre de obstáculos, como las de Ovicedo y Espasante, nos hicimos 5 a la mar y con mejor movilidad, confirmamos que el viento es muy puñetero, aún con menor intensidad nos daba corrientes y salvo en los pequeños refugios de costa, pero sin pescado, no dejaba fondear con plena seguridad, pese a la larga cadena con la que contamos.
Un final feliz, pese a todo, con buenas cenas de viernes y sábado, quedando a la espera de tener mejor ocasión de pescar o intentar pescar sin viento ni mar de fondo.
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Reitero lo escrito en el vídeo siguiente (o anterior, según se mire) que pescan siempre los mismos las mejores piezas, salvo que una hermosa pieza quiera venir a asustar a un maletilla y salga perjudicada.
En la primera parada nos visitaron de la vigilancia pesquera. No habíamos olido ni pieza digna de mención. Claro, unos intentándolo en «bahía caribeña» y otros metiéndose hasta la pared de los bloques en la escollera de Aboño, no hay duda quien tiene más posibilidades.
Por eso debe ser que, salvo que una dorada te sorprenda y la cojas como por casualidad, siempre ocurrirá que quien más arriesga a bajar y hacer laaaaargas esperas tendrá algo más de éxito.
Como todo tiene un límite, en el caso de prolongar la apnea, conviene recordar que el síncope no avisa siempre y, como aquí casi nunca se pesca en pareja, sino que cada uno vamos a nuestra bola, podría darse el caso que, por cegarse con los dentones, alguno sufra un problema gordo. No hay pez que nos deba ponernos en el más mínimo riesgo. No merece la pena. Si quiere entrar, puede entrar a poca agua y a toda velocidad y si no, se ríe de nosotros aunque se hagan esperas de 3 minutos. Prudencia, amigos. La pesca recreativa debe ser eso, un recreo, una diversión, no la convirtamos en otra cosa.
La suerte de llevar embarcación es que si no hay peces en un lugar, cambiar de zona parece lo más prudente y a lo largo de la mañana, entre los cuatro se fueron haciendo algunas piezas, una digna de mención y alabanza. Damian ya sabe que estirando el brazo, si la dorada se deja coger, la coge, aunque sea a poca agua y en una corta apnea de 25 seg. pero otro dato importante está ahí, en la báscula: la pesca pierde tamaño y peso (1,680 Kg.). El mismo que coge cuando cuenta cómo la cogió.
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El agua sigue calentando y vamos encontrando ese cebo con el que los grandes predadores se lanzan a por ellos. Así vamos viendo alguna furagaña, algún túnido y algún dentón.
No obstante, como terrícolas que somos, salvo que encontremos el pescado encuevado o peces más nobles (más bien confiados) como el sargo real, «pizcuervu», abadejo o salmonete, lo tenemos difícil. A los sargos yo les oigo decir piiii piiiii, como pidiendo paso, y es que salen PITANDO.
Pues eso, que la cosa parece animarse, después de jornadas con mucha flojera de piezas. Lo que seguimos es sin ver esa hermosa pieza, sea lubina, corvina o ese esquivo y gran dentón.
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Como cada vez pesco menos, algunos sabéis que me ha dado por la hortofruticultura ecológica.
Dejo por un lado dos fotos de lo recogido (con ayuda de mis compañeros de pesca) y demuestro que seguimos sin poder llenar el culo del caldero con el pescado, por otro la cosecha recogida hoy del huerto, en espera salga el sol para quedarse definitivamente ya que entra el verano mañana. En realidad el sol siempre lo tenemos encima, el problema es el viento que trae las nubes y no deja que nos caliente.
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Sin tener casi nada de práctica, tan solo la realizada en los cursillos, algo vamos comiento de lo sembrado, nosotros y los pajaritos, (caracoles, babosas, pulgón aparte) también, les encantan las frambuesas y grosellas, pero solo las maduras, son buena gente y nos dejan algunas también. Les fabes no son de mayo, sino de finales de junio como véis. No creo que este año tampoco podamos vendimiar mucho, pero algunos proyectos de racimos de uvas ya tenemos. Parece que con productos de la huerta se llena más fácilmente el culo del caldero además mucho más facil de coger.
Gracies, Xicu por esas clases magistrales. Os recomiendo de nuevo ver su blog «collacios de la guerta», en especial el último vídeo que puso tiene mucho interés.
Con un sábado feo, lloviendo desde primera hora de la mañana agua algo más fría que días pasados, (a 15º) pero también algo más calmada y sin demasiada visibilidad, fuimos a lo de siempre, matar el gusanillo y de paso si caía algún pez, pues también. La moral siempre alta.
De patrón, el comisario Damián, nos dirigía a unos bajos que conocía, en la zona de La Providencia, donde suele ir también por el pedrero a coger oricios.
Fondeamos y la primeras capturas, repartidas entre los tres subían a bordo.
En una segunda parada donde señaló Avelino, casi bajo la quilla éste nos descubría buenas cuevas de sargos gordos. Aunque nos dejó coger alguno, nos dió una lección de coger choponas. No todas porque decidimos dejarlas para otro día.
Acabamos la mañana tomando el vinín en Marina Yates para calentar por dentro, porque la ducha caliente nos calentó la parte exterior que tanto nos había enfriado la lluvia y el mal tiempo, además del agua salada.
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Podemos aseverar que hoy sí llenamos el fondo del caldero. Mañana Neptuno o Poseidón, dirán.