Lo esperado apenas en unos días, la cuota establecida se ha cubierto por el sector profesional.
Ahora si el cañista o el pescador de embarcación quiere comer alguna, tendrá que comprarla, que están baratas. Lamentable, sin embargo la Carta Europea del Litoral, obliga a las administraciones a permitir que la población disfrute de la costa, para pasear, pescar y practicar actividades deportivas.
Aqui el artículo de El Comercio.
2 comments
Trackback e pingback
No trackback or pingback available for this article