Después de las grandes riadas ocurridas hace meses, pensé que Verdicio estaría impracticable, pero en el camino, tan solo hay un bache que es insalvable, el resto de los pocos que hay, pueden sortearse con facilidad.
Llegaremos a la misma orilla de siempre, pero éste único tramo, por no estar asfaltado, ofrece alguna dificultad, pero como tan solo son 30 metros escasos, podremos dejar el coche en cualquier lado, cerca del chiringuito.
La primera mirada al agua pese al fuerte nordeste reinante desde hace muchos días, nos permitiría pescar sino fuera porque está anocheciendo y hace un frío que pela. La isla La Bermea al fondo, nos espera con su gran congrio incluido.
La vista desde la playa, por el lugar adecuado de entrada, nos muestra Las Prietas, esas piedras llenas de chopas, a la derecha de la foto.
Aquí las vemos más de cerca, La Llana, la Piedra de Fuera, El Burro…
Al fondo, la gran Herbosa, El Bravo y la soleada y más pequeña de la derecha podría ser La Llablonga, poco más allá de El Ferrero.
Con la caída del sol, llega el crepúsculo, la oscuridad de un apreciado lugar de pesca, con fácil acceso y en la mejor zona de Asturias, en pleno Cabo de Peñas. Al fondo, Cabo Negro. Los días de fuerte viento de nordeste, tendremos en Verdicio un lugar muy protegido de ese viento.
Cuidadín con los tiburones. Amalia viendo las branquias del escualo.
El Faro de Peñas, comenzó a trabajar en esta noche de domingo.
La ensenada de Bañugues nos descubre esta rampa que nunca utilicé, pero que no lo descarto pues la veo estupenda, no se cómo estará de agua a bajamar.
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