Constancio

La verdad de Murcia 31.05.10 – Un minuto y 42 segundos aguantando la respiración bajo el agua. ¿Te parece fácil? Quizás recuerdes las pruebas que todos hemos hecho de niños o de mayores en la bañera de casa y se te antoje poco tiempo. Pero hay más. Doce giros sumergido e impulsado por dos aplicados delfines. ¿Sigue pareciéndo sencillo? Entra en el vídeo en Youtube.

Simone Arrigoni y comprueba que lento pasa ese minuto y 42 segundos, que eterno se hace el burbujeo del agua, que complejo a la par que bello es el equilibrio submarino entre hombre y delfines.

Simone Arrigoni continuará siendo el plusmarquista mundial de esta modalidad de buceo en apnea. La semana pasada superó su propio récord en el acuario italiano de Torvajanica. Es uno de los cinco que atesora. El romano es una especie de Sansón de los fondos marinos, capaz de proezas como nadar 41 metros bajo el hielo o no cesar de dar brazadas sumergidas durante 231 metros y con una pesa de 35 kilos anclada a su cuerpo.

Lo suyo tiene mérito. Aunque no es menor el de ‘Leah’ y ‘Quina’. Segundos antes de sumergirse, los tres juegan en el agua, casi conversan. Simone se aleja luego y respira profundamente. Se concentra de rodillas. Hasta que da la última bocanada de aire y se pone ‘en manos’ de Quina y Leah. Y los tres bucean. Y giran. Y durante un minuto y 42 segundos son tres seres fundidos en uno solo: un ser en busca de un récord, un símbolo de la armónica convivencia entre hombre y naturaleza. ¿Te parece difícil? Me temo que aciertas.

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