Estos son los cadáveres que los peces que hoy quisieron venir a casa. Lo más llamativo esas furagañas y los sargos, el resto muy sabroso, pero de talla nada espectacular.
Lo cierto que madrugamos bastante, a las 7 de la mañana ya estábamos tomando el cafetín, pensando que los pillaríamos durmiendo y lo que nos encontramos fue el agua a 18 grados en superficie y 16º a los dos o tres metros. Decían los buceadores de algas que hoy la tenían a 14 grados…
Juan Felipe, Avelino y yo desde las 7,45 aproximadamente que salíamos de la marina, llegamos a Merón y vinimos recalando de regreso buscando aguas templaditas, pero no había nada que hacer, más que tiritar y ya a última hora subir a la lancha a calentar con el sol que no fue tan madrugador como nosotros.
En todo caso al mediodía, el vinín en Marina Yates, entona, abre más el apetito y resulta sanísimo para el corazón. Prometemos volver.
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