Lástima que el escape de tanta lubina no se haya producido por nuestas costas, sino en Canarias… una pena para los aficionados de por aquí. No obstante quienes están en la mar todo el día seguro daban buena cuenta de ellas mucho más rápidamente que nosotros.
El Seprona investiga un posible delito ecológico por los escapes de lubinas.
La Guardia Civil ha tomado declaración a testigos y supuestos implicados en las fugas registradas en las jaulas marinas de Tijarafe y Tazacorte tras el temporal de febrero. Los ecologistas alertaron de la invasión del ecosistema marino con decenas de miles de ejemplares de un pez introducido que se alimenta de otros peces.
M.CH., Tijarafe/Tazacorte
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil están llevando a cabo una investigación relacionada con los escapes de lubinas de las jaulas de cultivos marinos de la costa de Tijarafe y Tazacorte. Las pesquisas intentan determinar si se ha producido un delito ecológico con la fuga de decenas de miles de ejemplares de un pez depredador introducido especialmente peligroso para el ecosistema marino de la Isla, ya que se alimenta de otros peces.
La investigación del Seprona se origina a raíz de una serie de denuncias presentadas por Ecologistas en Acción de La Palma, a raíz de la rotura que se produjo en tres de las nueve jaulas que se mantienen operativas en la granja acuícola de la comarca oeste durante el temporal sufrido en febrero. Los ecologistas acudieron a la vía judicial para hacer constar además otro tipo de problemas vinculados con la actividad de acuicultura que se está desarrollando en la costa de Tijarafe y Tazacorte.
Los denunciantes aseguran que las fugas son peligrosas y ya hay muchos antecedentes y daños graves al ecosistema. Al respecto, afirman, «se está cometiendo un grave delito ambiental y esperamos que el fiscal de Medio Ambiente tome cartas en el asunto, ya que estas lubinas predadoras se han extendido por toda la costa de la Isla».
Capturas en toda la Isla.- Precisamente, los agentes de la Guardia Civil han sido testigos de esa invasión. Han localizado a pescadores que han capturado lubinas en Fuencaliente (hasta 30 kilos en algún caso) y en la costa de Garafía, en donde varios vecinos afirman haber llenado sacos con estos peces de cultivo.
La Guardia Civil ha tomado declaración a supuestos implicados en los hechos, así como a testigos que pueden aclarar las circunstancias en las que se han producido los escapes de peces de cultivo.
Por otra parte, el Seprona investiga la afección de los escapes en los caladeros que sirven de bancos de cría natural de especies autóctonas repartidos por la costa oeste, en donde habitualmente se reproducen viejas (Sparisoma cretense), salemas (Sarpa salpa), medregales (Seriola spp) o abades (Mycteroperca fusca), entre otras especies.
La Reserva Marina.- Algunos pescadores aseguran que se han escapado más de 200.000 ejemplares de lubinas, especie que, teniendo en cuenta su alta capacidad depredadora, resulta especialmente peligrosa para el resto de especies propias del ecosistema costero de la Isla.
Es precisamente por este motivo por el que preocupa la masiva presencia de ejemplares de este pez introducido en una zona denominada Lugar de Interés Comunitario de la Franja Marina de Fuencaliente, por su importancia ambiental, en donde además se encuentra ubicada un área de especial protección, que es la Reserva Marina de Fuencaliente.
Los denunciantes entienden que al igual que ha ocurrido con escapes anteriores de doradas, las lubinas llegarán a la zona integral de la reserva, lo que podría generar un daño irreversible.
Los ecologistas creen que la invasión costera de estas especies ha sobrepasado los límites recomendados por los expertos y permitidos en los estudios de impacto ambiental de las granjas marinas, según sus manifestaciones.
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