Las previsiones se cumplieron: Mar de fondo de más de dos metros, agua a relativamente turbia por algunos sitios, pero válida para pescar… si hubiera peces.
Solo vimos uno, de 13 kilos de báscula, el único tiro que pegamos Pablo y yo. Sirvió como buen justificante de haber ido a pescar, pero el día fresco y lluvioso no dió para más.
Nos reunimos con otros amigos que pillaron alguna chopa, pero lo que se vieron eran palmerinas y algún abadejín.
8 comments
Trackback e pingback
No trackback or pingback available for this article