Constancio

Indudablemente los que hemos buceado de noche, hemos comprobado que el comportamiento de las especies marinas cambia por completo. Vease el vídeo y la excitación de los peces a la luz del foco, aunque puedan ser de río.

En nuestro Cantábrico resulta muy fácil ver y tocar especies como el tiñosu (escorpora, rascacio…) pero pueden verse muchos, sin embargo de día en el mismo sitio, no ves ninguno. Capturar buenos sargos a mano también es fácil terea y por supuesto santiaguinos, andaricas (nécoras) y todo tipo de mariscos que salen de noche a «cenar» lo que pillen su paso, aunque no se suelen mover mucho.

Lo más llamativo resulta el placton que, con sus fluorescencias recuerdan a luciérnagas brillando en la oscuridad, es apasionante y se recomienda a los que no hayáis tenido la ocasión de salir de noche, lo hagáis en alguna cala tranquila y en lugar conocido para evitar sustos. Pero sin fusil, que además de estar prohibida la pesca desde el ocaso hasta el orto, podrías disparar a otro compañero.

Si llevamos dos linternas, en lugar de una, mejor. Lo que veremos será el haz de luz de nuestro foco cuando rebote en el fondo y puede perderse la orientación arriba-abajo si nos metemos bajo una grieta… pero merece la pena la experiencia.

De vez en cuando apagas la luz  y al mover una mano, una aleta o tirar de un cabo, aparecerán las lucecitas sobre todo con el agua clara.

El peligro que veo a los de la lancha del vídeo es que si no calculan bien, pueden ir a pique con el peso del pescado… parece increible ¿no?

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